La muerte de un adolescente en California, supuestamente a causa de la COVID-19, requiere más estudios para un diagnóstico definitivo, informaron autoridades sanitarias el martes.

El departamento de Salud Pública del condado de Los Ángeles, que la reportó horas antes como un fallecimiento por coronavirus y por tanto como la primera muerte de un menor de edad por COVID-19 en Estados Unidos, reparó después que el caso “requerirá más evaluación por parte de los Centros de Enfermedades Control y Prevención”.

Aunque las primeras pruebas indicaron un resultado positivo para COVID-19, el caso es complejo y puede haber una explicación alternativa para este fallecimiento”, señaló el texto. “La privacidad de los pacientes impide dar más detalles”.

Las autoridades no precisaron la edad exacta, el sexo o identidad de la víctima.

El alcalde de Lancaster, R. Rex Parris, dijo al diario Los Angeles Times que el paciente era un adolescente que murió de un choque séptico, una infección generalizada en el cuerpo.

Con todo, tanto el alcalde de Los Angeles como el gobernador de California aprovecharon el caso para exhortar a los más jóvenes a tomar en serio la pandemia, que ya infectó en el estado a más de 2.000 personas y mató a 40.

“Un adolescente con buena salud sucumbió ante este virus”, dijo el alcalde Eric Garcetti. “A los jóvenes les digo que esto les puede pasar a ustedes, que sepan que su conducta pueda salvar su vida, que puede quitárselas”.

“Esta trágica muerte es un recordatorio para que todos se tomen esto en serio”, señaló por su parte el gobernador Gavin Newsom.

“¿Qué más pruebas necesitan que la pérdida de la vida de una persona? No puedo insistir más a los jóvenes sobre la seriedad de este momento, y lo crítico que son para ayudarnos superar esta crisis practicando distanciamiento social del que muchos ya han oído pero pocos practicado”, agregó.

Newsom dijo que 50% de los infectados en su estado estaban entre los 18 y 49 años, aunque aclaró que las tasas de hospitalización corresponden a los más ancianos.

Varios estudios coinciden en que el virus afecta desproporcionadamente a pacientes de edad avanzada y a los que tienen afecciones subyacentes.

Un informe reciente de los Centros para el Control de Enfermedades (CDC) encontró que los jóvenes “parecen padecer la enfermedad de la COVID-19 de forma más leve”, sin admisiones en cuidados intensivos o muertes en el país desde el 16 de marzo.

Solo hay dos casos conocidos de menores de edad fallecidos por la enfermedad en China, entre ellos un niño con una condición intestinal preexistente. La situación del otro se desconoce.

En todo Estados Unidos se reportan ya 600 muertos con más de 49.700 infectados desde que se detectó el primer caso en enero, según el recuento de la Universidad Johns Hopkins.