¡Bitcoin! ¡Ay, Bitcoin! ¡Tantas noches pensando en ti! Después de la dramática caída de la semana pasada, todavía estamos algo adoloridos. Indudablemente que esto no es para cardiacos. ¡Rayos y centellas! Por decirlo de alguna manera, aún no hemos pasado el susto. El que vendió posó la gran torta. Y quien compró aprovechó la ocasión con astucia. Sin embargo, por mucha disciplina que uno tengo y por mucha estrategia que uno se imponga, a uno se le pone el corazón pequeñito al ver el precio desplomarse de esa manera. Cierto. Es una oportunidad para comprar. Pero ver a esos números colapsar y bañarse en tanta sangre mientras colocamos nuestra cara de póker no es para cualquiera. Entonces, los rebotes siempre son una brisa fresca. Claro que lamentablemente ya no podemos comprar como se pudo hacer cuando estábamos en las profundidades. Sin embargo, siempre alivia un poco saber que el enfermo está dando señales de vida. Al parecer, tenemos un nuevo soporte. Tengamos paciencia. Esto no durará para toda la vida. Ahora bien, hablemos de las criptonoticias más leídas de la semana.
Ciertamente que los Bitcoiners de larga trayectoria estamos acostumbrados a los bruscos movimientos de Bitcoin. Obviamente que no es el fin del mundo. De hecho, es normal. El mercado Bitcoin sufre un problema de liquidez y todavía el inversor común se muestra indeciso con demasiada frecuencia. En cierto modo, es natural lo que pasó. Con la crisis del coronavirus, todos los mercados, de un modo u otro, recibieron un golpe. Considerar a Bitcoin como inmune ante esto es sumamente iluso. Claro que Bitcoin se afecta. Esto, por supuesto, no deja de ser algo pasajero. En todo caso, es una excelente oportunidad para comprar. Es un error caer en el pesimismo. Esta crisis no será eterna.
Todos los entrevistados en esta criptonoticia han aborda la situación con mucha sensatez. En una situación con esta lo más importante es no perder la cordura. Los pesimistas tienen todas las de perder en coyunturas como esta. El precio se está recuperando. Pero no podemos cantar victoria todavía. Es posible que experimentemos otra caída. Sin embargo, no podemos perder el horizonte. Mientras todos caen en el pánico, es el momento justo para ser optimista. La fortuna favorece a los pacientes.
Los regímenes autoritarios siempre buscan ocultar las verdades inconvenientes con la censura. Ellos filtran todo y las noticias en realidad no son noticias sino propagada. Internet no es tan fácil de censurar como la televisión y la radio. Pero uno se sorprendería de lo eficaz que son los Gobiernos como el de China bloqueando la información. La China comunista en materia económica quedó atrás. Hoy es tan capitalista como cualquier país de Europa o América. Sin embargo, a nivel político todavía no se han visto grandes avances. En una mezcla peculiar que muchos otros han querido imitar, China ha logrado unir el autoritario y el capitalismo.
Los periodistas no la pasan muy bien en este tipo de sistemas. Rara vez pueden hacer su trabajo libremente. Obviamente se exponen mucho si no se someten a la censura gubernamental. Hay que ser muy valiente para desafiar a un Gobierno autoritario. Sin embargo, no solo es cuestión de ser valiente, también se trata de habilidad técnica. La tecnología blockchain presenta dos grandes ventajas en esta área. Por un lado, crea espacios descentralizados. Por el otro, permite preservar la integridad de la información de un modo seguro. Definitivamente, puede ser un arma muy poderosa para el periodismo libre.
Aquí estamos ante lo que podríamos llamar una historia de interés humano. Claro que en el espacio cripto estas historias no tratan sobre una viejita con muchos gatos o el reencuentro de dos hermanos separados al nacer. La clásica criptohistoria nos relata las aventuras de un sujeto regular que hace varios años atrás obtuvo unos Bitcoins casi por casualidad y hoy descubre que valen millones de dólares. Y esto fue exactamente lo que pasó con un usuario en Bitcointalk que había sido un minero aficionado en el año 2009 y logró minar más de mil bitcoins. Recientemente, los descubrió en un USB y con la ayuda de otros usuarios en Bitcointalk, al parecer, logró llevarlos a Coinbase para venderlos. Resulta ser que es posible que esa venta haya tomado lugar antes de la gran caída. Lo que quiere decir que ya tiene sus 8 millones de dólares en el bolsillo.
El amigo Charles Hoskinson, cofundador de Ethereum y Cardano, se nos puso político declarando muertes y todo. Declarar la muerte de las cosas debe convertirse en una profesión. El problema de estas declaraciones es que se realizan de modo visceral. O sea, son una especie de deseo más que un diagnóstico. Se hacen cuando la criatura está aún viva, pero queremos que muera pronto. Es una profecía y no una realidad. ¿Cuántos han anunciado la muerte de Bitcoin? Charles habla de un orden económico jerárquico controlado por unos pocos. Él llama a esto el orden mundial del siglo XX. Pero, ¿ha muerto acaso? Es decir, ¿el mundo hoy es totalmente igualitario? El mundo es más desigual que nunca. Hablar de muertes es asumir que la batalla se está ganando, subestimando al enemigo.
Charles Hoskinson habla de un mundo que en realidad no existe. Y pretender que sí existe y que vive entre nosotros nos impide construirlo. No dudo de sus buenas intenciones. Pero hablar de revoluciones, de caídas de imperios y de lo que quiere la gente es un asunto muy delicado. Este es un planeta muy diverso y no todos queremos lo mismo. Los cambios se hacen progresivamente y todavía es muy temprano para hablar de transformaciones planetarias. Tal vez es buena idea ir un día a la vez. Un proyecto a la vez. Crecer. E ir escuchando a la gente en la medida que los hechos se desarrollan. Ser soñador no es malo. Pero ser pragmático tampoco. ¿El fin del orden mundial? ¿Así de fácil?
Muchos inversores en el criptoespacio estaban convencidos de que el precio Bitcoin no caería, porque la crisis del coronavirus tendría un efecto positivo. Además, el halving se está acercando y eso nos hace prácticamente invulnerables. Eso por supuesto resultó ser falso. En cierto modo, ha sido una gran lección para todos. Claro que los necios y tercos nunca faltan. El que no quiere entender definitivamente no entenderá nunca. Existe una verdad universal que aplica en muchos aspectos de la vida, pero en los mercados como Bitcoin aplica aún más. Lo único cierto es lo incierto. Es decir, aquí podemos pasar cualquier cosa y es un grave error contar los pollitos antes de nacer. ¿Podemos caer por debajo de los mil dólares? Claro que sí. Ciertamente esa posibilidad existe. Y en caso de que suceda no será el fin del mundo. Bitcoin se recuperará y preservará. En todo caso, será una excelente oportunidad para comprar. Y los más pacientes serán los verdaderos beneficiados.