La medida ordena la suspensión de las clases a nivel nacional, hasta nuevo aviso.
El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, declaró este viernes el «estado de alarma», contemplado en el artículo 338 de la Constitución, para confrontar la epidemia del coronavirus.
«No pensemos que es una crisis más, no, estamos declarados en emergencia, cero burocracia, cero flojera, cero irresponsabilidad, es la hora del esfuerzo», enfatizó Maduro.
Asimismo, el mandatario venezolano agregó que está «evaluando seriamente tomar decisiones drásticas», como la suspensión de las actividades laborales por región. En este sentido, señaló que su equipo de gobierno «estudia las implicaciones» de esta medida y cuáles servicios quedarían exceptuados.
«El objetivo es cortar la cadena de expansión de este virus que llegó desde Europa. Esto solo se corta con la cuarentena de las personas involucradas, detectar casos, atender, y restringir al máximo los lugares públicos. No es un juego», destacó.
Llamado a la unión y coordinación con Brasil
Maduro explicó que pese a la suspensión de las clases presenciales, el año escolar continuará desde los hogares a través del programa denominado ‘Cada Familia una Escuela’. Asimismo, apuntó que «el programa de alimentación escolar» se mantendrá activo, pero bajo máxima seguridad.
«Es una suspensión de clases, no unas vacaciones. Estamos empezando una cuarentena social», señaló.
Asimismo, el mandatario llamó al país a unirse para hacer frente a la emergencia, especialmente a los sectores que lo adversan políticamente. «Acá no hay oposición y gobierno ahorita. Acá trabajamos por la vida (…) ya basta de utilizar y manipular con una situación tan alarmante, tan crítica», agregó.
De igual forma, el presidente venezolano detalló que mantuvo conversaciones con el gobierno de Brasil para tomar medidas conjuntas, pero recalcó que «lamentablemente» no ha podido coordinar las mismas acciones con Colombia.
«Ni el canciller, ni el ministro de salud, ni el ministro de defensa colombianos nos atienden las llamadas. Ya basta de extremismos ideológicos. Es la salud de Colombia y Venezuela lo que está en juego», finalizó.