A medida que aumentan vertiginosamente los casos de coronavirus en Italia, Irán, Corea del Sur, Estados Unidos y otras regiones, muchos científicos sostienen que el mundo está afectado por una pandemia, un brote global grave.

Hasta ahora la Organización Mundial de la Salud se ha negado a utilizar el término «pandemia», que podría asustar aún más al mundo y provocar desesperación en algunos países.

«Si no estamos convencidos de que es incontrolable, ¿por qué habríamos de llamarla «pandemia»?, dijo días atrás el director general de la OMS, Tedros Adhanom Ghebreyesus.

La agencia de salud de la ONU ha dicho que una pandemia es una situación en la que un nuevo virus causa brotes sostenidos en comunidades en al menos dos regiones del mundo.

Muchos expertos dicen que se ha superado largamente ese umbral: el virus identificado inicialmente en China se propaga libremente por al menos cuatro regiones, ha llegado a todos los continentes menos la Antártida y su propagación parece inevitable. La enfermedad ha logrado hacer pie y propagarse rápidamente incluso en países con sistemas de salud pública relativamente sólidos.

El viernes se alcanzó un nuevo hito con más de 100 mil infectados en el mundo, mucho más que los de SARS, MERS o ébola en años recientes.

«Me parece bastante evidente que estamos en una pandemia y no sé por qué la OMS se resiste a llamarlo así», dijo Michael Osterholm, director del Centro de Investigaciones sobre Enfermedades Infecciosas en la Universidad de Minnesota.

Los expertos reconocen que la declaración de pandemia conlleva peligros políticos porque puede sacudir los mercados, provocar restricciones aún más drásticas a los viajes y el comercio y estigmatizar a las personas provenientes de regiones afectadas. Se criticó a la OMS por calificar de pandemia el brote de gripe porcina de 2009. Pero los expertos dicen que declarar la crisis actual una pandemia estimularía a los países a prepararse para el arribo eventual del virus.

NR