Grupo Altex se mete con Alsea, Bimbo, Cinemex y Campbell’s, y va por más – EL INFORMADOR

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    En los rellenos de los Gansitos Marinela, en las pizzas hawaianas de Domino´s, así como en la crema de brócoli de Campbell’s e incluso en el sabor toronja del refresco Squirt y hasta en los jalapeños que le pones a tus nachos en Cinemex, está presente alguno de los más de 100 néctares, jugos, mermeladas y vegetales que produce el gigante hortofrutícola mexicano, Grupo Altex

    La mexicana, que nació tras la venta de sus molinos de harina a Grupo Bimbo, actualmente cuenta con cerca de 15 plantas operadas por sus subsidiarias Fresport, Citrex, Xtra Congelados Naturales, Xsant, Netx/Eva y Servax, que operan en Michoacán, Tabasco, Nayarit, Veracruz, Guanajuato, Estado de México y Baja California. 

    En Entrevista con El Financiero, José Ávalos, director general de Grupo Altex, explicó que la hortofrutícola encontró que había mayor mercado en procesar los vegetales y las frutas, para darles un mayor valor agregado como mermeladas para la base de los yogures de Danone, o como gajos de toronja en jugo para las bebidas de Minute Maid. 

    “Nosotros no tenemos ninguna marca propia, más que las lechugas hidropónicas Eva, pero hacemos, por ejemplo, los jugos que vende Kirkland Signature de Costco o la mayonesa marca libre para Walmart y Superama o muchos de los vegetales congelados de La Huerta”, afirmó.

    Madre Tierra, con Danone

    Sin embargo, el Grupo se dio cuenta que dentro de este exitoso esquema de negocios la única variable finita que tenían era la tierra, razón por la cual diseñaron un programa llamado “Madre Tierra” en el que, junto con Danone, ayudan a pequeños campesinos a usar prácticas sustentables y agricultura regenerativa. 

    “Les proponemos que, en lugar de sacarle 40 toneladas de fresa, les damos la tecnología, las herramientas y técnicas, para sacar 60 u 80, así venderán más producto con las mismas hectáreas”, explicó. 

    Madre Tierra les ofrece capacitación a los agricultores, luego los ayuda con financiamientos a su producción y algunos insumos, además de acompañarlos en el procesamiento y finalmente se les garantiza clientes y la venta de sus productos a precios competitivos y sin intermediarios. 

    “El año antepasado tuvimos siete productores de la zona de Maravatío entre Pénjamo, que el primer año no produjeron nada, pero ahora ya dieron 429 toneladas de fresa que les compramos y usamos una parte de mermelada y las fresas para exportarlas en diciembre, enero y febrero a un precio mucho más alto que el que se consigue en México”, detalló. 

    Este año, el programa suma 19 productores y la meta es llegar a 140 en dos o tres años más. 

    Isidro Ramírez, uno de los beneficiarios de Madre Tierra originario de Maravatío de Ocampo, Michoacán, aseveró que formar parte de este programa le dio certeza de contar con una empresa que compraría sus productos a un precio justo. 

    Además de que lo ayudaron a mejorar su producción y aprender técnicas de sustentabilidad agropecuaria. “Antes nos costaba trabajo comercializar, no teníamos la certeza de llevarle el producto a alguien y que nos lo pagará a un precio adecuado. Ahora hemos tenido que educarnos en buenas prácticas agrícolas, por ejemplo, dos ingenieras nos enseñaron cómo manejar la inocuidad, y todo estos nos ha permitido mejorar nuestra producción”, aseveró.

    Agricultura protegida apenas representa 18% del campo mexicano 

    En México, entre el 15 y hasta el 18 por ciento de la superficie total de los cultivos se producen con técnicas de agricultura protegida, por lo que en el resto del campo se trabaja a cielo abierto. 

    Esto a pesar de los beneficios que trae este tipo de prácticas como el ahorro de agua, la oportunidad de cultivar productos fuera de temporada y mayores ganancias para los agricultores. 

    La agricultura protegida es aquella en la que los cultivos se encuentran resguardados con cubiertas plásticas, malla de sombra u otro tipo de material que permiten tener un control de condiciones ambientales como la temperatura, humedad y luz, explicó Homero Ontiveros, consultor de GreenTech Americas y director general de AgTech América. 

    “La agricultura protegida trata de manipular el entorno de crecimiento de las plantas para hacerlas más productivas, con menos agua y menos recursos. Se ponen macrotúneles y mallas para proteger a berries, ciertos tomates y chiles y al cubrirlos se puede poner un plástico que tenga ciertas propiedades para dispersar la luz”, detalló. 

    Actualmente, Grupo Altex, produce con técnicas de agricultura protegida lechugas hidropónicas de la marca EVA, además de fresas, zarzamoras, mangos, guayabas, naranjas, limas, peras, toronjas, piñas, brócolis, coliflor y calabazas, en Michoacán, Tabasco, Veracruz, Nayarit y Guanajuato. 

    “EVA es líder del mercado de lechugas hidropónicas, comenzamos a producir 7 millones de lechugas anuales y ahora producimos 30 millones en promedio”, dijo.

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