«Tienes la misma sensación que cuando presionas el interruptor de los auriculares con cancelación de ruido», describe el invento uno de los autores del proyecto.
Un equipo internacional de especialistas de Singapur, el Reino Unido y Japón ha encontrado una «solución sostenible y práctica» para mitigar el ruido ambiental que ingresa a las viviendas a través de las ventanas abiertas sin tener que cerrarlas, preservando la ventilación natural.
Se trata de un sistema de control de sonido activo que se instala en la apertura de la ventana y atenúa los sonidos de la calle, logrando «una reducción global en el interior de la habitación mientras se mantiene la ventilación natural«, explican los especialistas en su reciente artículo, publicado en Scientific Reports.
El efecto se logra gracias al sistema de control que consiste en unos pequeños altavoces que se distribuyen de manera óptima a lo largo del marco de la ventana y un micrófono, instalado al otro lado. El micro detecta las ondas de sonido repetitivas de la fuente de ruido y las registra en un controlador, que determina la frecuencia de onda adecuada para neutralizar el sonido y transmite estos datos a la matriz de altavoces. Estos, por su parte, emiten las ondas capaces de mitigar el sonido entrante.
«Si te sientas en la habitación, tienes la misma sensación que cuando presionas el interruptor de los auriculares con cancelación de ruido«, explicó a The New York Times uno de los autores del proyecto, el doctor Bhan Lam, de la Universidad Tecnológica de Nanyang en Singapur.
El prototipo del sistema de control activo logra reducir el sonido entrante de hasta 10 decibelios, no obstante, la atenuación en el rango de baja frecuencia está limitada por el tamaño de los altavoces. Para cancelar frecuencias más bajas se requerirían altavoces más grandes, lo que interferiría con la ventilación natural.
Por ello, los ingenieros piensan en mejorar su prototipo, por ejemplo, aumentando la capacidad de los altavoces sin interferir con su tamaño. Además, entre los problemas figura un obstáculo estético. «Una queja que recibimos es que es feo«, confesó el doctor Lam en referencia al prototipo.
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