Había un tiempo en que las pick-up de trabajo eran una austera y preocupante masa de fierros troquelados, sin más refinamiento que sillones forrados en tela. Con el tiempo hasta este mercado tan orientado únicamente al resultado económico final ha buscado retener a su capital humano, evitando agotarlo con una austeridad mal llevada y por ende ofreciéndole vehículos de trabajo confortables y capaces.
Con esta mentalidad, la Ford Ranger llama la atención primero ofreciendo una capacidad de carga de 1.3 toneladas en la gama inicial. Sus diseñadores eligieron una especificación para vadeo en cuerpos de agua con hasta 80 centímetros de profundidad.
Tuvimos la oportunidad de probar la versión XLT diésel 3.2 litros, que cuenta con sistema de tracción integral, pero con capacidad de carga de 1094 kilos. El selector de tracción en la consola, al lado de la palanca de la transmisión, permite elegir 4×4 regular o con reductora.
La línea de la camioneta es robusta sin exageraciones impropias. Su frente cuenta con la cantidad correcta de cromo en una parrilla acentuada por dos líneas horizontales, acentos de led en los faros principales, y complementada con los de niebla.
Los costados se benefician del robusto estribo cromado al igual que las agarraderas y el cuerpo frontal de los espejos retrovisores laterales. Un juego de robustos rines de 17 pulgadas con seis birlos la elevan convenientemente del piso. La batea de carga viene protegida contra raspaduras, y cuenta con candado para cerrarla con llave: buen complemento para quien la usa con tapa de fibra de vidrio o camper.
El diesel 3.2 litros de cinco cilindros en línea está orientado a la generación de par motor, con una cifra de 347 libras pie, ubicando la cifra de potencia en los 197 caballos de fuerza. Un motor ahorrador, con un rendimiento combinado de 12.3 kilómetros por litro según ecovehiculos.gob.mx pero el ruido de su operación invade abiertamente la cabina, especialmente al acelerar.
En calles y brechas no se siente inestable ni rebota irritantemente aún con la batea vacía. Su peso en ficha técnica de 2.1 toneladas en la realidad no se percibe, pareciera más ligera. Es, verdaderamente, una opción cómoda para trabajar largas jornadas o, bien, para salir de aventura fuera del camino sin preocupaciones de incomodidades.
La transmisión automática de seis velocidades brinda la conveniencia de no tener que estar operando un embrague, pero su buen aprovechamiento del torque descubre una característica peculiar en Ranger: no tiene control de tracción.
En ausencia de este sistema, y de su consecuente control de estabilidad, ofrece bolsas de aire frontales, laterales, tipo cortina y de rodilla, además de cámara de reversa y frenos ABS con distribución electrónica.
El confort se halla presente en generosa cantidad de aditamentos como volante forrado en piel, conexión Bluetooth, SYNC, pantalla de 8 pulgadas táctil, sistema de sonido de 6 bocinas que no menciona ningún fabricante exótico pero que entrega una excelente respuesta. Su llave meramente tiene control remoto, pero es necesario insertarla en el cilindro para encender la unidad, un toque retro que se ve cada vez menos.
Con un precio de lista base de 636 mil 900 pesos está en el rango de opciones comparables, combinando comodidad con capacidades robustas, tanto para trabajo como para diversión, así que es de esperarse que brinde una larga vida útil.