El día que llegaron dos casos sospechosos de contagio de Covid-19 a uno de los principales hospitales de Nayarit, los médicos y jefes de servicio corrían por los pasillos, con los rostros desencajados.

A lo lejos, los médicos internos y estudiantes de Medicina en la zona de Urgencias observaban con temor ante la falta de protocolos de quienes deberían enseñarles a  actuar en este tipo de situaciones, reportaron algunos internos en entrevista para EL UNIVERSAL.

A los días supieron que una de las dos sospechas había dado positivo.
 
Desde el 17 de marzo pasado, el IMSS y el ISSSTE publicaron comunicados internos, en seguimiento a la jornada de Sana Distancia de la Secretaría de Salud, donde se solicitaba la suspensión de campos clínicos y rotación de estudiantes de pregrado, prestadores de servicio de salud y prácticas profesionales.

En el caso del IMSS la solicitud entró en vigor ese mismo día y este 23 de marzo para la segunda institución. También se señaló que de entrar a la Fase 2 de la pandemia, se suspendería la presencia de estudiantes de pregrado en zonas de riesgo, es decir: urgencias, hospitalización, triaje, aislamiento, y terapias intensivas. 
 

A raíz de la falta de información clara sobre las medidas que los alumnos de Medicina deben tomar ante el Covid-19 durante sus estancias en hospitales públicos del país, 450 universitarios de Medicina crearon la Asamblea de Internos hace dos semanas. Especialmente porque, aseguran, una gran mayoría de ellos laboran en la zona de Urgencias y junto con las enfermeras son el primer contacto con los sospechosos de este virus. 

“Si llega un paciente con coronavirus y se pone enfrente de mí, yo no sabría qué hacer, nunca nos explicaron los protocolos. Se han pasado de voz en voz, pero no ha habido una reunión donde nos digan ‘chicos, este es el plan’, solamente dicen ‘ah, pues va a pasar el (paciente) de coronavirus, el pasillo se va a despejar y atrás van a ir (a limpiar) los de intendencia.»

«Pero nunca ha habido un paso por paso para nosotros, sabemos que se les ha explicado a los médicos adscritos y a los de jerarquía”,  dijo uno de los médicos internos, de 23 años, y alumno de Medicina en la Universidad Autónoma de Nayarit. El joven pidió anonimato por temor a represalias académicas. Su jornada es de 36 horas de guardia continuas cada tercer día por mil 60 pesos a la quincena. 

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En Atlixco, Puebla, otro interno que también está en Urgencias relató a EL UNIVERSAL, una experiencia similar con los protocolos de acción. El joven, alumno de quinto año de Medicina de la BUAP, reveló que en el hospital donde trabaja llegó una persona contagiada de Covid-19 y la única herramienta con la que cuentan son cubrebocas. 

“Nos dieron una plática que cuando haya un paciente sospechoso con antecedentes de viaje en zona endémica, tenemos que usar una bata especial que es impermeable, gafas protectoras, cubrebocas y guantes de nitrilo, de todo este equipo nada más nos están dando los cubrebocas.»

«En este hospital los internos no tenemos apoyo de nadie porque no tenemos un jefe de enseñanza establecido”, mencionó. 

De acuerdo con representantes de la recién creada Asamblea de Internos, un interno en promedio gana de cero a mil 200 pesos quincenales. Así que ante la acumulación de quejas de los estudiantes de Medicina de las universidades de México, la organización estudiantil comenzó a circular un formulario digital para conocer la situación de sus compañeros. 

Se recabaron, hasta la noche del 23 de marzo, 434 quejas de médicos internos. El reclamo más común fue la falta de insumos para atender a los sospechosos. Guanajuato, con 76 reportes, fue el estado con más quejas.
 
Del total de los encuestados, 234 internos respondieron haber estado en contacto con pacientes sospechosos de Covid-19.

Sólo el 6.6% de los encuestados respondió que sí está recibiendo material adecuado para trabajar.  El 69.1% dijo haber sido obligado por directivos a trabajar en áreas críticas.

Uno de los centros con más quejas por parte de los estudiantes fue el Hospital General de Tijuana con 29 señalamientos, la mayoría por falta de material, pese a que recientemente dicho hospital fue publicitado como el centro de atención especializado para enfrentar la crisis por coronavirus

Una respuesta de un interno del Hospital Materno Infantil de Yucatán, por ejemplo, aseguró estar en contacto con un doctor que a su vez está en contacto directo con personas contagiadas de Covid-19, y sin ninguna herramienta para evitar contraer el virus. 

“No hay cubrebocas, en la consulta no hay gel, el jabón líquido lo compramos, para atender partos no hay botas, reciclamos, no hay gorros, batas y podría seguir…”. 

“Hay una gran diferencia. Los médicos de base perciben un salario mucho mucho mayor a nuestras becas, a ellos les dan protección necesaria e incluso redujeron sus horarios laborales y no fuera tanto factor de riesgo y nosotros nos preguntamos y ¿qué pasó, no contamos?”, dijo Francisco, estudiante de quinto año de Medicina del estado de Chiapas y uno de los líderes de la Asamblea de Internos.