¿Cuál es el mejor antídoto contra el virus? La adquisición de tapabocas pone en riesgo la salud pública

“En serio, gente: ¡dejen de comprar mascarillas!”. Tres motivos para no usarlas contra el coronavirus

La histeria puede provocar que quienes sí necesitan mascarillas no las obtengan.

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EPA/MATTEO CORNER / EFE

“En serio, gente: ¡dejen de comprar mascarillas!”. Ese es el llamado del doctor Jerome Adams, cirujano general de Estados Unidos y principal encargado de la salud pública en el país.

Si su primer instinto para protegerse del coronavirus es ir a la farmacia para conseguir mascarillas, piénselo de nuevo. A través de Twitter, Adams advirtió que éstas no le ayudarán a prevenir el contagio y, en cambio, las compras innecesarias podrían afectar a las personas que de verdad lo necesitan.

Los Centros de Control y Prevención de Enfermedades (CDC, en inglés) no recomiendan que personas sanas utilicen mascarillas para prevenir cualquier tipo de enfermedad respiratoria, incluyendo el coronavirus y la influenza.

Si usted es una persona sana, solo necesita usar una mascarilla si está cuidando a una persona infectada. De otra forma, le presentamos las tres razones por las que debe considerar otras medidas para prevenir este tipo de enfermedades.

1. Las mascarillas no previenen el contagio

Si usted no es un trabajador de la salud, es altamente probable que no sepa cómo colocarse una mascarilla. Ello, en lugar de protegerlo, incrementa el riesgo de que contraiga la enfermedad.

“Las personas que no saben cómo usarlas adecuadamente tienden a tocarse mucho la cara y en realidad pueden aumentar la propagación del coronavirus”, dijo el doctor Jerome Adams al programa Fox & Friends.

Solo las personas enfermas deben usar mascarillas porque éstas sirven para evitar la propagación del virus, no para prevenir que una persona sana lo contraiga. El coronavirus se transmite a través de las gotas de la saliva; si una persona enferma usa la mascarilla, ésta evitará que esas gotas se propaguen a superficies o en el aire.

En cambio, son inútiles para las personas sanas, ya que las mascarillas están diseñadas para evitar que las gotas salgan, mas no que entren.

“La única vez que querrías una máscara es si estás enfermo y tienes que salir de casa”, dijo el doctor Elin Perencevich a Forbes. “Si tienes gripe o crees que tienes COVID, es cuando te pones una máscara para proteger a los demás. En tu casa, si sientes que estás enfermo, debes usar una máscara para proteger a los miembros de tu familia “.

2. Hacen más difícil que quienes las necesitan las obtengan

La demanda por mascarillas en Estados Unidos ha crecido debido a la histeria provocada por el coronavirus, lo cual también ha provocado el crecimiento de los precios, de acuerdo con CNN. El término “máscara N95” ha sido buscado más de 862,000 veces en los últimos 30 días, y el precio del paquete de 100 de mascarillas, que usualmente era de 8 dólares, ahora es de 200 dólares.

Pese al aumento de precios, las mascarillas están volando de las tiendas.

El doctor Peter Hotez advirtió a CNN que el desabasto de mascarillas puede ser la parte más desestabilizadora de la epidemia, dado que pone en alto riesgo al personal médico que lo necesita para atender a los pacientes infectados.

“Necesitamos asegurarnos de que esas máscaras N95 estén disponibles para los médicos y enfermeras que se encargarán de las personas que tienen esta enfermedad”, dijo Robert Redfield, director del Centro de Control y Prevención de Enfermedades, durante una audiencia en la Cámara de Asuntos Exteriores.

3. Para matar al virus, agua y jabón

La mejor estrategia para evitar el contagio es el lavado frecuente de manos durante 20 segundos. Las manos deben lavarse antes y después de comer, cada vez que tose y estornuda y cuando se limpia la nariz.

Incluso si compra una mascarilla, su efectividad será nula si usted no sigue las instrucciones de lavado de manos y se toca los ojos, nariz y boca con las manos sucias, según la Organización Mundial de la Salud.