Seis de los grandes bancos centrales del mundo han coordinado sus esfuerzos para que los mercados no se queden sin dólares. El ‘billete verde’ sigue jugando un papel de refugio activo formidable en la crisis sanitaria del coronavirus y la huída de fondos de Wall Street y otros activos hacia la liquidez en divisa estadounidense garantiza que haya “fortaleza del dólar para rato”, avisan los expertos de Rabobank. Un prolongado sufrimiento de la bolsa estadounidense y la incertidumbre sobre el avance del Covid-19 y su impacto en la economía apuntalan a la moneda de EEUU y dejan daños irreparables en las divisas de los mercados emergentes, que son las que peor lo están pasando en este contexto.

En este sentido, la estadounidense es la unidad de cambio dominante en el sistema de pagos globales y, dado los indicios de que las consecuencias económicas del coronavirus están empeorando, “la Reserva Federal de EEUU (Fed) puede tener que recurrir a nuevas medidas de emergencia para convencer completamente a las empresas globales de que el suministro de dólares seguirá siendo amplio”, indican los expertos de la entidad holandesa. “Estas medidas son necesarias para evitar que una crisis potencial en la economía se transmita al sistema financiero global”, añaden y aseguran que “dadas las tensiones actuales, seguimos viendo margen para que el dólar se fortalezca frente a un amplio grupo de monedas”.

“En los últimos cinco días, el ’billete verde’ ha superado a casi todas las monedas globales. No hay alternativa para las transacciones globales y esperamos que mientras persistan las tensiones en el mercado monetario, se mantenga firme”. Las monedas que se han mostrado más vulnerables frente a esta moneda en los últimos días incluyen el rublo, el peso mexicano o el złoty polaco, los cuales han caído en torno al 7%.

Un estudio de Bloomberg estima que las divisas de países como Turquía, Rusia, Chile o México tienen el potencial para depreciarse entre un 40% y un 15% si el brote vírico causa pérdidas en los valores estadounidenses equiparables a las de la crisis de 2008. El análisis muestra que las monedas de países con déficit de cuenta corriente y mercados financieros relativamente ilíquidos son las más vulnerables a la fortaleza del dólar. Estos incluyen una serie de naciones en América Latina, junto con Sudáfrica, Indonesia e India.

Por el contrario, las monedas de países con grandes excedentes se prevé que tengan un rendimiento superior, a saber, Tailandia y Taiwán. Un caso atípico es el rublo. Si bien Rusia tiene un superávit en cuenta corriente, su moneda afrontará grandes pérdidas debido al hecho de que una caída en la economía global generalmente conduce a una caída en los precios del petróleo, como se está viendo.

MÁS MIEDO AL DESPLOME DEL RUBLO QUE AL CORONAVIRUS

De hecho, El 60% de los ciudadanos de Rusia tienen más temor a la caída del rublo y el consiguiente aumento de los precios que a contagiarse con el nuevo coronavirus, que ha dejado más de 6.500 víctimas mortales y cerca de 170.000 personas infectadas en todo el mundo, según un estudio realizado por el banco ruso Otkritie.

Frente al 60% de los encuestados que tienen más miedo al desplome del rublo, solo el 29% de los consultados tienen más temor a contagiarse del nuevo coronavirus originado en la ciudad china de Wuhan, según informa la agencia de noticias rusa Sputnik.

La encuesta pone de manifiesto que el 57% de los rusos creen que la crisis económica de 2014 puede volver a repetirse y el 27% no descartan que la nueva crisis pueda ser aún peor. Solo el 17 por ciento de los encuestados esperan una mejora de la situación económica del país en un futuro próximo.

Así las cosas, los analistas de Rabobank indican que el dólar se mantendrá fuerte en función del desarrollo de la crisis. La acción ya anunciada por los bancos centrales ayudará a limitar la escalada de cualquier presión en el sistema financiero. Sin embargo, “hasta que haya indicios de que el número de casos coronavirus en Europa y EEUU ha alcanzado su punto máximo, los temores sobre las perspectivas de la economía real continuarán empeorando y los bancos centrales tendrán que mantenerse en alerta máxima para proteger el sistema financiero”, argumenta. Y subrayan que mientras los nuevos afectados sigan creciendo, se mantendrá el apetito por el dólar.