El Cessna eCaravan, equipado con un motor Magnix, tuvo su primera prueba en el estado de Washington, EE.UU.

El fabricante de motores eléctricos Magnix equipó un avión Cessna 208B Grand Caravan para convertirlo en un Cessna eCaravan, que este jueves 28 de mayo realizó su vuelo inaugural sobre el lago Moses del estado de Washington, en el noroeste de EE.UU.

«Es un nicho de mercado», afirmó el director ejecutivo de Magnix, Roei Ganzarski, ya que este tipo de aeronaves eléctricas busca convertirse en una opción para vuelos comerciales que además no dañen el medioambiente. «Vamos al mercado rápidamente con el propósito principal de poder iniciar esta revolución», agregó.

Con una sola hélice, el motor Magni500 brinda 750 caballos de fuerza, por lo que el fabricante asegura que es suficiente para «aviones de media milla» que pueden transportar entre cinco y 19 pasajeros. Según la compañía, con sus poco más de 11 metros de largo es el avión eléctrico comercial más grande del mundo que haya volado.

En la etapa de pruebas, Magnix debe demostrar que las baterías de litio que alimentan sus motores pueden ofrecer tiempos de vuelo factibles, ya que el alcance del Caravan quedaría reducido a unos 160 kilómetros. «El desafío es que las baterías no son tan potentes como el combustible», explicó Ganzarski.

Durante este proceso de prueba, los fabricantes también enfrentan el desafío del peso, ya que la batería puede ser más pesada que la cantidad equivalente de combustible.

Ventajas ecológicas

Según explicó Ganzarski, los aviones con motores eléctricos tendrán nulas emisiones de gases y demandarán un mantenimiento menor que los tradicionales. «Las emisiones de autos y aviones no solo son malas para la salud, también son malas para el medioambiente», dijo, por lo que destacó como un «enorme» hecho positivo que los aviones eléctricos «produzcan cero emisiones».

Otra ventaja de este tipo de vuelos es que su operación por hora sería entre 50 y 80% más barata, por lo que los pasajes también podrían tener un costo menor. Esto, según Ganzarski, podría llevar a distintas aerolíneas a operar aviones más pequeños en más rutas.