Washington asegura que la medida va dirigida a aquellas empresas que aporten ayuda material a «regímenes que violen los DD.HH.».
El secretario de Estado de EE.UU., Mike Pompeo, ha anunciado la decisión de Washington de imponer restricciones de visado a ciertos empleados de compañías tecnológicas chinas, como Huawei, que, supuestamente, hayan proporcionado apoyo material a regímenes que violen los DD.HH., comunicó este domingo a través de su cuenta de Twitter.
The @StateDept imposed visa restrictions on certain employees of Chinese technology companies like Huawei that provide material support to regimes engaging in human rights abuses globally. pic.twitter.com/tViATIdw0R
— Secretary Pompeo (@SecPompeo) July 26, 2020
Cambio de estrategia
Hace dos días, Pompeo aseguró que la colaboración de EE.UU. con China fue un total fracaso, señalando que la política de apertura hacia el país asiático, dictada por las buenas y nobles intenciones del expresidente Richard Nixon —que ocupó la Casa Blanca entre 1969 y 1974— debe tocar a su fin.
«El mundo libre debe triunfar sobre esta nueva tiranía«, declaró el secretario de Estado en referencia al Partido Comunista de China, al que presentó como una amenaza para el mundo entero a la que solo puede hacer frente haciéndole cambiar de políticas o aislándolo.
Casi 50 años después del histórico viaje de Nixon a Pekín en 1972 y su papel en el establecimiento de las relaciones diplomáticas con China, Pompeo acusó a Pekín de aprovechar aquella apertura —conocida como la diplomacia del ping-pong— para abrirse camino hacia el poderío y la prosperidad a través de mentiras y engaños, subrayando que ahora a EE.UU. y a sus aliados les toca utilizar «métodos más creativos y firmes» para presionar al Gobierno chino para que cambie de rumbo.
Cierre de consulados
Este lunes EE.UU. añadió a su lista negra económica 11 compañías chinas, supuestamente vinculadas con las violaciones de derechos humanos de minorías musulmanas en la región de Xinjiang, al noroeste de China. Washington asegura que esas empresas están involucradas en el uso de trabajo forzado, y acusa a varias compañías textiles y a otras dos firmas de realizar análisis genéticos para promover la represión de los uigures y otras minorías musulmanas.
El martes, la Administración Trump decretó el cierre del Consulado chino en Houston con el fin de «proteger la propiedad intelectual y la información privada» de la nación norteamericana. El presidente Donald Trump alegó que funcionarios chinos intentaron robar datos de instalaciones en Texas, incluido del sistema médico, y puntualizó que «siempre es posible» ordenar el cierre de más consulados de China en el país.
Tras el cierre del Consulado de Chengdu, Washington mantiene operativos otros cuatro en la parte continental de China —en Cantón, Shanghái, Shenyang y Wuhan—, así como un Consulado General para Hong Kong y Macao.
«Escalada sin precedentes»
La orden de la Casa Blanca se produce un día después de que el Departamento de Justicia acusara a dos ciudadanos chinos de trabajar para su Gobierno robando propiedad intelectual a compañías occidentales en 11 países, incluidas empresas que desarrollan una vacuna contra el nuevo coronavirus.
Por su parte, el portavoz del Ministerio chino de Exteriores, Wang Wenbin, calificó la medida del Gobierno estadounidense de «escalada sin precedentes», en medio de la creciente tensión que domina las relaciones entre Washington y Pekín, enfrentados en los últimos meses por la intensa guerra comercial y tecnológica, la disputa en torno del manejo de la pandemia y la nueva ley china de seguridad impuesta en Hong Kong.
En respuesta a la decisión de Washington, China ordenó este viernes a EE.UU. que cerrara su consulado en la ciudad de Chengdu, que fue establecido en 1985 y cuenta con alrededor de 200 empleados. Pekín argumentó que se trata de una contramedida «legítima y necesaria» al acto unilateral e injustificado de Washington de cerrar su consulado en Houston.
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