Tras el arribo del Crucero Meraviglia a cinco millas de la Isla de Cozumel, se constató que ningún pasajeros abordo tiene el nuevo coronavirus, sin embargo tras pruebas de laboratorio se detecto que dos de las personas abordo tiene una infección aguda de las vías respiratorias vinculadas al virus de la Influenza tipo A, así lo confirmaron en conferencia de prensa la Secretaría de Salud, Alejandra Aguirre Crespo y el director general de epidemiología José Luis Alomía.
Aguirre Crespo, destaco que la seguridad sanitaria de la isla m¡nunca estuvo en peligro, debido a que se cumplió con los protocolos de investigación epidemiológica tanto nacionales como internacionales, así como uso de medidas de mitigación epidemiológica de México aprobadas para la detección de la enfermedad.
Dos pasajeros con infección respiratoria
Luego de la revisión de los 5 mil 600 pasajeros, no se detectó ningún contagio de coronavirus, sin embargo los exámenes de laboratorio para determinar algún tipo de infección respiratoria, un tripulante filipino de 27 años y una pasajera de 13 años francesa, presentan una infección respiratoria aguda, por lo aún no desembarca nadie del crucero, hasta tener el diagnostico final sobre su estado de salud, el cual podría tardar hasta 23 horas más.
“En el caso del tripulante se conoció que interactuaba en la cocina por lo que pudo tener más contactos”, confirmó José Luis Alomía.
El caso del tripulante es el que se había detectado primero y se le había practicado una prueba rápida en Jamaica, a la cual dio positivo a influenza tipo A pero se harán las pruebas de laboratorio para evitar un falso positivo.
El barco se encuentra fondeando a cinco millas de la isla por decisión del gobierno de Quintana Roo.
“La decisión fue que el crucero esté ahí, se utilizó una lancha para llevar al personal de sanidad internacional hasta el crucero y hacer la inspección. Según los hallazgos que se tengan se decidirá qué hacer”, añadió Hugo López-Gatell, subsecretario de prevención y promoción de la salud.
Por lo tanto hasta ahora los viajeros del crucero no han descendido de la nave.
Por Mauricio Conde y Gerardo Suárez
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