«9 mil pruebas para la fase 1 de la epidemia y eventualmente 2 es suficiente», dijo Jean Marc Gabastou a El País.
La Organización Mundial de la Salud ha dicho qué piensa sobre la actuación del gobierno de México frente al coronavirus Covid-19.
En entrevista para El País, los responsables de la OMS-Organización Panamericana de la Salud (OPS) en el país norteamericano, Jean Marc Gabastou y Cristian Morales Fuhrimann aseguran que en nuestro país se están tomando las medidas adecuadas y que este tiempo ganado está sirviendo para ir tomando lecciones de otros países.
Aunque afirman que los peores escenarios también llegarán y que es impredecible saber qué ocurrirá entonces, Morales Fuhrimann lo deja claro: “México está tomando varias de las lecciones aprendidas por otros países, como China, y está aplicando medidas coherentes con las recomendaciones de la OMS; fue el primero en poner a punto una prueba de detección para el coronavirus y eso es premisa básica para disminuir la velocidad de dispersión de la pandemia. Esos esfuerzos nos hacen pensar que se siguen haciendo bien las cosas”.
Respecto a cuáles son las fortalezas de México para enfrentar esta crisis, Gabastou apuntó: “Tiene establecimientos, tecnología de muy alta calidad y personal muy preparado. La capacidad de reacción fue inmediata, tiene uno de los laboratorios de más calidad en la región y en el mundo, y fue el primer país en implementar el algoritmo para el diagnóstico completo. Capacidad tiene, es cuestión de organización y reorganización en los servicios ante una situación como esta y es ahí donde vamos a ver cómo responde al escenario 3 en las semanas que vienen”.
En cuanto a cómo prevén que responderá, Gabastou refirió: “A la luz de las experiencias de otros países, esperamos que se haya aprendido y que se tomen medidas que mitiguen los efectos económicos, sanitarios. Cada semana ganada nos enseña lo que se debe o no hacer y el costo relacionado con la eficiencia”.
“A corto plazo, hay que mantener la continuidad de los servicios en general y en particular los de salud, porque hay otras enfermedades, transmisibles y no transmisibles, crónicas, que requieren monitoreo, tratamientos que pueden verse afectadas. Y a medio y largo plazo la economía tiene un efecto global y México no estará exento de esos efectos colaterales, de consecuencias sanitarias, económicas y sociales”, agregó.
Morales añadió que “en México se hacen test sin dejar a ningún sospechoso. Y además hay un sistema desplegado, gracias a su capacidad de vigilancia epidemiológica, que se llama centinela y que ocupa el sistema de detección de influenza, al cual se le agrega un algoritmo para testear el coronavirus. Hay más de 400 centros para eso y se va teniendo un panorama de la evolución. Es coherente con la insistencia del director general de la OMS”.
Gabastou apuntó que “9.000 pruebas para la fase 1 de la epidemia y eventualmente 2 es suficiente. En cuanto entremos en el 2 el número de casos y de contactos aumentará y cada vez que tengan síntomas se van a ejecutar estas pruebas y se va a aplicar el muestreo de la vigilancia centinela, ya se está planificando la elaboración. Ya hay proveedores aquí que fabrican lo necesario para estas pruebas. No vamos a estar faltos de pruebas. Y también se hacen proyecciones para el escenario tres, pero no es que entonces se vayan a multiplicar las pruebas, porque ahí ya no hay valor agregado, serán atendidos en función de su sintomatología leve, severa o critica. Ahí [lo que se precisa] son más insumos de protección”.
-Como conclusión, ¿debemos entender que México está siendo un país ejemplar en esta lucha contra el virus?-, preguntó la periodista Carme Morán, de El País
Gabastou: Las lecciones llegarán cuando acabe la epidemia. Entonces cada país e institución hará su evaluación de las medidas que fueron favorables y las brechas que habrá que corregir en el futuro.
-Al inicio de la crisis, ustedes felicitaron a México. ¿Hoy también?-, se insistió.
Morales. Hasta el momento, sí.