El coronavirus ha hecho que tomemos diversas precauciones, entre ellas, las de proteger nuestro organismo del virus Covid-19, pero ahora, investigadores alertan, los cubrebocas de tela no funcionan y la OMS aclara quiénes son quienes deben usar los de grado médico y cómo.
A medida que el coronavirus ha avanzado en el mundo, aumentando el número de contagios en países como Estados Unidos y México, además de que los países más afectados como China e Italia denunciaron insumos insuficientes, muchos han optado por elaborar sus propios cubrebocas para uso personal y/o venta con tela. Hasta ahora, Estados Unidos es el país con el mayor número de contagios, suman más de 106 mil.
¿Funciona realmente? Lo más grave es que muchos han recurrido a este tipo de cubrebocas para poder salir a la calle, muy a pesar de la insistencia de las autoridades de realizar una cuarentena de prevención. Le han tomado casi como un accesorio y hasta los diseños son tendencia en redes sociales, pero investigadores insisten en no bajar la guardia.
¿Por qué los cubrebocas de tela no funcionan?
Hay dos aspectos a considerar en torno al uso de cubrebocas como medida de prevención ante un contagio de coronavirus, el primero de ellos es que la tela no es el material adecuado y el segundo, que los cubrebocas deben reservarse para el personal de salud que realmente está lidiando con pacientes contagiados de Covid-19.
Los cubrebocas de tela podrán ser vistosos y una medida desesperada para quien no ha podido conseguir los de tipo N-95 (de grado médico), los recomendados por la Organización Mundial de la Salud, pero no funcionan ante el virus por la simple razón del material con el que se han elaborado, esta investigación lo avala.
Los cubrebocas de tela no funcionan ante el Covid-19 o coronavirus porque se trata de hilos entrelazados y aunque a simple vista no notamos los orificios entre los hilos, estos existen y tienen el tamaño suficiente para que el virus llegue a nuestro organismo.
En sí, los cubrebocas de tela pueden considerarse como de tres variantes, por la cantidad de hilos por centímetro, por la forma en que los hilos se entrelazan y por el grosor del hilo que les compone, pero todos tienen orificios.
Los cubrebocas de grado médico, los famosos N-95, se elaboran a base de polipropileno, un derivado del plástico que es fácil de reciclar, tiene poca absorción, buena estabilidad térmica y permite elaborar productos ligeros, no es una tela, no tiene hilos entrelazados sino fibras que se han comprimido hasta formar una sola, por ello el virus no puede traspasarles.
Lo mismo ocurre cuando estornudamos o tosemos y nos cubrimos con la parte interna del codo, el virus no puede transpasar el brazo hacia otras personas.
¿Cómo o por qué usar un cubrebocas ante el Covid-19?
El cubrebocas se ha indicado por la OMS para el personal que está tratando con pacientes de Covid-19, es el de grado médico o N-95. Ellos, médicos, enfermeros, asistentes, son quien se expone a cualquiera de las tres vías de transmisión:
- Contacto (con el paciente o superficies contaminadas)
- Gotas (las que expiden los pacientes al toser o estornudar)
- Vía aérea
Cuando se usa el cubrebocas, se pide que quien lo porte no se toque el rostro, particularmente los ojos, la boca y la nariz, también que se emplee al estar en una habitación con un paciente, cambiar de cubrebocas inmediatamente si este se humedece o ensucia con secreciones (otro motivo por el que los de tela no funcionan).
Además, el cubrebocas deberá desecharse después de un uso y proceder a un lavado de manos.
Por estos motivos también se ha pedido a la población que no compren los cubrebocas de uso médico pues serán necesarios para el personal de salud o para quienes convivan con pacientes asintomáticos que hagan cuarentena en casa.
Al adquirirlos sin necesidad, reducimos la cantidad de equipo disponible para su protección y dificultamos la atención médica a los pacientes con Covid-19.