La Organización Mundial de la Salud (OMS) instó al mundo a prepararse ante una eventual pandemia causada por el coronavirus (COVID-2019), que hasta el cierre de este informe ya afectaba a unos 40 países en todo el mundo. Brasil fue uno de los últimos en sumarse a esta lista, en lo que representó el primer caso del virus en Latinoamérica.
El Comercio conversó con el médico infectólogo Ciro Maguiña, de la Universidad Cayetano Heredia, quien ha investigado las diversas epidemias que han afectado al Perú en las últimas décadas, desde el cólera hasta el dengue. El experto analiza la situación del coronavirus en el mundo y reflexiona sobre la capacidad de respuesta que tiene nuestro país frente a una epidemia de estas proporciones.
– ¿Cómo llegan a expandirse las epidemias en el Perú?
En el caso del cólera, fue por la extrema pobreza. Esto hizo que se dieran las condiciones socioambientales para que se expanda la enfermedad. En general son dos factores: primero el ambiente propicio y, segundo, la pobreza. En el caso del dengue, que es una enfermedad tropical asociada al cambio climático, el mosquito transmisor [Aedes aegypti] es muy resistente, pues se ha ido adaptando a las nuevas condiciones. Se pensaba que fumigando se iba a acabar con la enfermedad, pero llegó a zonas no tropicales como Lima, que no es un área subtropical. El mosquito se adapta porque hay pobreza. Por eso es que en Lima, por ejemplo, se da en los conos.
– ¿Por qué se dan tantos brotes de dengue?
Porque hay un ambiente propicio y por la resistencia que tiene el mosquito. El dengue en el mundo no está controlado. Hace dos años llegó a Ica y lo más probable es que se vaya expandiendo aún más.
– Lo que podemos concluir es que en los brotes epidémicos que usted ha estudiado las poblaciones más afectadas son aquellas que tienen menos ingresos
Sí, eso es evidente. Históricamente, las epidemias han afectado a las poblaciones con menores ingresos, salvo en el caso del H1N1, que fue una pandemia que afectó a todos los estratos. Pero, por ejemplo, cuando hay una vacuna, quienes no acceden a ella son los pobres; los que tienen recursos podían protegerse. Entonces, habiendo una vacuna, igual los pobres tienen menos acceso y por lo tanto están más desprotegidos.
– Ahora que la OMS ha alertado sobre una posible pandemia por el coronavirus, ¿cuál es el principal riesgo que afronta el Perú tomando en cuenta las epidemias que ya han afectado y afectan al país?
En el caso del Perú, primero hay que considerar a qué población afecta la nueva enfermedad. En SARS afectó a la zona del Asia y se agotó con cuarentena; el MERS, a Arabia Saudita y los países con los que tenía contacto. En cambio, este nuevo COVID-2019 ya se ha expandido a 40 países y esto se da porque las condiciones sanitarias varían de país a país. En Estados Unidos lo están controlando, pero en Irán la cantidad de brotes es grande. Entonces, una enfermedad nueva que encuentre condiciones ambientales de pobreza, hacinamiento, puede causar más estragos como en Irán. Ese es el peligro de que llegue al Perú. Históricamente, como en la pesta negra, se salvaron las personas que tenían mejores condiciones ambientales, como ha sucedido en el Perú con el dengue, la malaria, etc.
– Se sabe que este coronavirus es más mortal en sector específicos de la población, por lo menos en China
Tal vez el nuevo fenómeno en estas enfermedades nuevas es que hay grupos de riesgo que no tienen que ver tanto con la pobreza. Las personas con sobrepeso, obesidad, diabetes y aquellos que están en quimioterapia son las más vulnerables. A nivel epidemiológico, las personas que tienen malos hábitos alimenticios son grupos que están en mayor riesgo; antes eran los pobres, ahora es también la gente que vive más, pero que vive con enfermedades. El nuevo fenómeno es que las epidemias como el H1N1 se dan en un contexto de poblaciones más longevas y con más enfermedades. Eso también sucede con el coronavirus y también se ve en el dengue severo.
– En China se ha reportado que se está manteniendo el número de casos y se espera que disminuyan
En China es histórico lo que ha sucedido con las cuarentenas. En otros países, ha habido pero no a esa dimensión. China ha hecho una cosa notable, a pesar de todas las críticas: hacer cuarentenas sin mirar a quién. Además, la alta tecnología con la que cuenta ha permitido implementar medidas efectivas de diagnóstico de manera rápida ante un brote nuevo. Eso solo lo pueden hacer pocos países. Siempre se han hecho cuarentenas en el mundo, pero no han tenido millones bajo cuarentena. Si no lo hacían, la enfermedad se hubiese expandido mucho más hasta llegar a zonas donde encontraría las condiciones necesarias. El impacto de una enfermedad epidémica va depender de la zona, de la persona, de la condición económica y la respuesta del Estado. La prueba es lo que pasa en Irán.
– Y es por ello que la OMS teme que llegue a los países que no tienen la misma capacidad de respuesta que China
Exacto. Ese es el gran problema y por ello debemos prepararnos en el Perú. Somos un país con un sistema de salud de mala calidad. Por ello es que cuando hay un gran accidente, se cae un bus en el cerro San Cristóbal o se registran huaicos, colapsa el sistema de salud. No hay métodos diagnósticos a la mano ante una emergencia, no hay las mejores condiciones para atender a los pacientes. Una epidemia como la de China en Lima sería una catástrofe. Nuestro sistema de salud no está preparado para grandes pandemias y medianas pandemias, el único ejemplo bueno es el cólera, que se superó pese a la pobreza y demás condiciones. En ese caso el doctor Miguel García propuso las bolsas salvadoras, pese a que lo criticaron, la gente se salvó gracias a ello y a la atención del personal de salud que atendió a los pacientes pese a estar en huelga. Murió solo el 1% con una enfermedad nueva en América.
– Esto muestra que el país tiene buenos médicos, pero lo que falla es el sistema
El Perú tiene buenos epidemiólogos, infectólogos, gente con mucha experiencia. Cuando uno va a otros países reconocen al Perú porque los médicos tienen experiencia en cólera, tuberculosis. Somos expertos en enfermedades transmisibles porque vivimos atendiendo permanentemente brotes de dengue, de malaria… el problema es que la casa donde vivimos es una casa con muchos parches, con muchos problemas, no es una casa estable. Es una casa con pésimo sistema de salud, hay que decirlo.