A escala global, Nissan no vive un buen momento. Desde el arresto en Japón de su antiguo Jefe Ejecutivo, Carlos Ghosn, en noviembre de 2018, sus números no son buenos, la relación con sus dos principales socios comerciales, Renault y Mitsubishi, pasa por tiempos difíciles aunque las tres partes saben que es más complicado -y caro- salir de la alianza que mantenerse en ella. En México pudiera parecer que las cosas son iguales. Luego de llegar a una participación de mercado superior a 27%, los años recientes han mostrado una caída fuerte, debido en muy buena parte al arribo de las coreanas Hyundai y, principalmente, Kia. Pero no fue solo esto. Nissan tuvo un ciclo de producto muy poco favorable. Luego de haber dejado de producir el Tsuru, su sucesor Versa se hizo viejo, poco seguro y querido solo por taxistas y flotillas. Otro pilar de la marca, la pickup NP 300, también está perdiendo terreno ante rivales ávidos por su posición privilegiada en el mercado. Pero las cosas comenzaron a cambiar a finales de 2019 y entre el año que vivimos y el siguiente, el panorama del mayor vendedor de automóviles de México cambiará, probablemente para solidificar su liderazgo y tal vez ampliar la ventaja que ahora aún muestra.
El arribo del nuevo presidente, el ecuatoriano José Román, fue un marco en esa nueva etapa. La relación con los distribuidores evolucionó hacia un nivel de exigencia mayor y esto es fundamental en una marca de autos. Más importante aún fue la llegada del nuevo Versa, un coche cuya evolución fue tan espectacular que dejó el mercado y la competencia sin mucho hacia donde hacerse. Y ni siquiera el arribo del también excelente Chevrolet Onix ha sido capaz de frenar el apetito del mercado por él. Lo único que frena a Nissan de vender más Versa es la producción menor que el apetito del mercado.
Lo que viene
Pero Versa no es la única arma de Nissan. Este año también se renovará un habitante frecuente de las listas de autos más vendidos del país, el Sentra. Y al igual que lo que pasó con el Versa, el nuevo sedán tiene todo para sorprender por equipo, manejo y seguridad, virtudes que el actual Sentra nunca fue realmente capaz de ofrecer.
Más tarde en el año se renovarán otros dos campeones, mejor dicho, un perenne campeón y otro que tuvo todo para serlo pero nunca fue configurado de manera a conseguirlo. La nueva NP 300 debe producir en la gente el mismo efecto que en su momento tuvo el Versa. Eterna consentida del consumidor mexicano, la “Estaquitas” como se le dice de cariño, es sinónimo de durabilidad, espacio, capacidad de carga y reventa. Es el “Tsuru” de las pickups y una renovación le caerá como anillo al dedo a Nissan.
La otra es la Kicks, que al final del año recibirá cambios que probablemente refuercen una de sus debilidades, la seguridad. Con eso, si Nissan mantiene un precio correcto para ese producto, la Kicks tiene todo para retomar el liderazgo que brevemente fue suyo.
Con el ciclo de productos en su mejor época en este 2020, lo único que Nissan Mexicana necesita cuidar es entender el momento del país, comprender que hoy hay rivales que son capaces de responder de manera rápida y fuerte. Porque si logra mantenerse enfocada, con humildad suficiente para respetar a los rivales y al cada día más cambiante deseo del consumidor, este 2020 tiene todo para ser el año de Nissan Mexicana. Quien ganará con eso seremos los consumidores mexicanos.