Las autoridades rusas previamente anunciaron que se decidió desbloquear el acceso al servicio en Rusia, prohibido en 2018.
Tras la decisión de las autoridades rusas de desbloquear el acceso a Telegram, el fundador de este servicio de mensajería, Pável Dúrov, pidió a la comunidad de desarrolladores anónimos de servidores ‘proxy’ que ayuden a eludir las restricciones en otros países como Irán y China.
«Pedimos a los administradores de los antiguos servidores ‘proxy’ para los usuarios rusos que concentren sus esfuerzos en estos países», escribió Dúrov en su canal. El fundador del servicio añadió que estos desarrolladores «también deberían estar preparados para nuevos desafíos«, ya que, a medida que la situación política en el mundo se vuelve «más impredecible», más gobiernos «pueden tratar de bloquear aplicaciones centradas en la privacidad como Telegram».
Por otro lado, Dúrov indicó que ha recibido con satisfacción la decisión del Servicio Federal ruso para la Supervisión de Telecomunicaciones, Tecnologías de la Información y Medios de Comunicación (Roskomnadzor), que el 18 de junio anunció que el servicio se desbloqueará en el territorio de Rusia. Roskomnadzor explicó que «se evaluó positivamente la disposición expresada por el fundador de Telegram para combatir el terrorismo y el extremismo».
El acceso a esta compañía de mensajería desde territorio ruso fue bloqueado en el 2018.
El fundador de Telegram también mencionó que para mayo de 2020 el servicio tenía «400 millones de usuarios activos mensuales».
¿Por qué fue bloqueado en Rusia?
En julio del 2017, el Servicio Federal de Seguridad (FSB, por sus siglas en ruso) solicitó a la firma las claves para decodificar mensajes de los usuarios, como establece la ley federal sobre las comunicaciones, a lo que la administración de la compañía respondió que técnicamente le resultaba imposible satisfacer la petición.
Representantes de Roskomnadzor y del FSB insistieron en que la negativa de Telegram a entregar las llaves del servicio secreto a los servicios de seguridad amenaza los intereses del Estado.
Roskomnadzor entonces explicó que en Telegram se podía «difundir información terrorista y extremista a la que no tiene acceso el FSB». El FSB, a su vez, apoyó la solicitud de Roskomnadzor de bloquear la aplicación de mensajería.