Los especialistas admiten que este tipo de investigaciones también conllevan un riesgo para la salud de los participantes.

Un informe publicado este miércoles 6 de mayo por la Organización Mundial de la Salud (OMS) defiende que infectar voluntarios con el virus del covid-19 podría ser de gran importancia en los estudios para desarrollar una vacuna.

La necesidad de obtener un tratamiento efectivo a corto plazo radica en que de no ser controlado, el coronavirus podría cobrarse «millones de vidas» y pondría «una tensión extrema en los sistemas de atención de la salud en todo el mundo», señala el organismo, que recuerda que las medidas tomadas hasta el momento, como las cuarentenas y el distanciamiento social, tienen «enormes costos económicos y sociales».

De acuerdo con el reporte, este tipo de estudios de infecciones controladas, llamados «estudios de desafío humano», pueden acelerar los tiempos de investigación, ya que menos participantes deben estar expuestos a vacunas experimentales para dar una estimación preliminar sobre su eficacia y su seguridad. También sirven para comparar cuán útiles son distintos fármacos y así seleccionar los más prometedores para estudios más extensos.

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Asimismo, la OMS enumera ocho condiciones que deberían cumplirse para la realización de este tipo de trabajos. Entre ellas están la justificación científica, la evaluación de los riesgos y los beneficios potenciales, además del consentimiento informado de los voluntarios.

Respecto de quienes podrían ser los candidatos para participar de los «estudios de desafío», los especialistas apuntan a personas sanas de entre 18 y 30 años y a quienes tengan más posibilidad de contagiarse, como el personal sanitario, evitando incluir a personas de bajos recursos y socialmente vulnerables.

Riesgos y beneficios 

El informe publicado por la OMS hace un detalle de los riesgos y beneficios que este tipo de investigaciones conllevarían . En cuanto a las ventajas, se indica que a nivel de la sociedad se salvarían vidas y se evitarían contagios, a la vez que se propiciaría una rápida vuelta a la normalidad global, tanto en lo económico como en lo sanitario. En cuanto a los individuos, estos conseguirían inmunidad, ya sea gracias al éxito de una vacuna experimental como por la infección.

Sin embargo, la propuesta también encierra peligros, como la pérdida de confianza en este tipo de investigaciones, entre otras cosas, por problemas de salud que pudieran sufrir los participantes relacionados con la inoculación del virus y la prueba de fármacos, que podría incluso ocasionarles la muerte.