Hasta el momento no existe vacuna o medicamento contra la COVID-19, por lo que las mejores armas que tenemos para su contención son las medidas preventivas, como disciplina e higiene, considera María Eugenia Jiménez Corona, integrante de La Comisión Universitaria para la Atención de la Emergencia del Covid-19.
La también tutora del Programa de Maestría y Doctorado en Ciencias Médicas, Odontológicas y de la Salud, aseguró que como país estamos en una etapa en la que se estableció el distanciamiento físico, lo que significa “que sólo deben andar en la calle quienes necesiten salir por cuestiones laborales o por alguna emergencia; los demás deben permanecer en casa y para ello se implementó la estrategia de disminución de actividades no esenciales”, explicó la epidemióloga.
Es necesario hacer conciencia y ser responsables con estas medidas, pues no sólo las autoridades de salud son responsables de contener el virus, “como sociedad también tenemos esa tarea. Las recomendaciones están dadas, pero si no son acatadas de manera puntual y con responsabilidad por la población, no funcionan”, remarcó.
La universitaria destacó que una persona infectada por este nuevo coronavirus contagia a 2.5 más, así que al cabo de un mes tendríamos 406 nuevas infecciones, “de ahí la importancia de seguir las recomendaciones de permanecer en casa si no es necesario salir, mantener la sana distancia, evitar conglomeraciones y lavarse las manos con agua y jabón las veces que sea necesario, o utilizar gel-alcohol”. Enfatizó que en buena medida, del respeto al autoaislamiento dependerán los resultados finales del paso del COVID-19 por nuestro país.
Se trata de un modelo estadístico llamado R0. Cada enfermedad tiene su propio número R0, que indica el número promedio de contagios que genera una persona infectada. Se conoce convencionalmente como R0, “erre sub cero”, y su significado es fácil de interpretar: R0 es el número de personas que, en promedio, cada individuo infectado contagia a su vez.
Para el sarampión, por ejemplo, el R0 se estima en alrededor de 15. Es decir, durante un brote de sarampión, una persona infectada infecta a un promedio de otras 15, si ninguna está vacunada. Para las paperas, el R0 es aproximadamente 10. Para el Covid-19, la estimación de R0 está alrededor del 2.5
No es necesario que la población utilice cubrebocas o máscaras de protección N95, “a menos que estemos al cuidado de un enfermo, seamos portadores de la enfermedad o tengamos síntomas, para evitar contagios. Las mascarillas N95 o de alta eficiencia deben limitarse al uso del personal de salud que atiende a pacientes sospechosos o confirmados con coronavirus”, dijo la académica.
Es importante seguir esta recomendación, pues utilizar cubrebocas no es simple; si no se usa de manera adecuada, nosotros mismos podemos contaminarnos. Por ejemplo, “al concluir su uso debemos desecharlo de inmediato, pues de otra manera también implica un riesgo de salud”.
También se debe estornudar en el ángulo del codo para evitar que las gotas de saliva que expulsamos se dispersen en el ambiente. Otra opción es cubrirnos boca y nariz con un pañuelo desechable y tirarlo de inmediato en un bote de basura.
El distanciamiento es la clave contra la epidemia
El distanciamiento físico es la medida más efectiva e importante para modificar la curva de crecimiento de la epidemia del coronavirus, aseguró Samuel Ponce de León Rosales, titular de la Comisión Universitaria para la atención de la emergencia del coronavirus, creada por la UNAM.
La reiterada atención a las pruebas de diagnóstico se ha sobredimensionado, pues éstas no previenen la transmisión de la infección, sino que permiten establecer prácticas para limitar su extensión, identificando a los pacientes positivos, dijo.
Por ello, es erróneo decir que el hecho de no haber realizado pruebas haya llevado a caer en la transmisión, afirmó.
Recordó que desde hace algunas semanas la UNAM cuenta con modelos matemáticos que permiten predecir el comportamiento de la epidemia con alta eficacia, los cuales indican que el número de casos crecerá en los próximos días.
“Estamos a tiempo, es el momento oportuno de implementar las medidas de distanciamiento social para tratar de tener el menor impacto en la cantidad de casos”, señaló el también coordinador del Programa Universitario de Investigación en Salud (PUIS) de la Universidad Nacional.
Al referirse al uso de medicamentos para tratar la enfermedad, Samuel Ponce de León explicó que en este momento se cuenta con evidencia apenas sugestiva de la efectividad de algunos de ellos.
Advirtió que no es recomendable que la gente se automedique, ni que tome antimicrobianos para el tratamiento de infecciones respiratorias agudas. Lo mejor es estar en casa si las molestias no son intensas, con una buena hidratación, aislados, y si la sintomatología se intensifica o se agrava (fatiga intensa o falta de aire) ir al hospital.
En el mundo hay alrededor de 600,000 casos de la Covid-19 y cerca de 20,000 muertes, subrayó. Estados Unidos se ha convertido en el epicentro de la epidemia a nivel global, con más de 80,000 casos de contagio y cerca de 1,000 decesos.
En tanto, México registra un crecimiento más lento, que será atenuado en función de la eficacia que se tenga al implementar medidas de distanciamiento social y recomendaciones para disminuir el riesgo de infección, concluyó.