El coronavirus como pandemia declarada por la Organización Mundial de la Salud (OMS) ha desatado todo tipo de reacciones alrededor del mundo, paradójicamente cuando nos encontramos en un contexto en el que las sociedades se encuentran rodeadas de un sin fin de opciones en materia de medios de comunicación para informarse.
Sin embargo, lo anterior ha generado sobreinformación y con ello, caos, oportunismo e incluso las compras de pánico que se han visto las últimas semanas tanto en países vecinos como en el propio; situaciones como las descritas anteriormente se pueden prevenir tomando conciencia de los actos que podemos realizar no sólo en beneficio propio o el de nuestras familias, sino en favor de la comunidad en general.
Ello se puede lograr siguiendo las instrucciones que diariamente emiten las autoridades sanitarias en la materia, al tiempo que se evaden las fake news o noticias falsas a través de nuestras diferentes redes sociales, especialmente en Whatsapp, que al parecer se ha vuelto el medio preferido de las comunidades locales o muy cercanas, en el que no existe información corroborada ni avalada por instituciones oficiales.
Ante el avance del covid 19 alrededor del mundo y conforme a la fase que vive México, que hasta el momento se mantiene en la uno, lo propio sigue siendo el alinearse a lo que indiquen las autoridades médicas oficiales a través de los espacios con los que cuentan en las conferencias Mañaneras, así como en el horario de las siete de la noche.
Igualmente el evitar el caer en pánico, conforme a lo sugerido por la Secretaría de Salud, aporta a nuestra salud mental y a un entorno positivo en el que todos conducen a las compras sanas que no provocan el aumento de precios de los alimentos e insumos requeridos, es decir, que no promueven el desabasto en los barrios y colonias del país.
En ese sentido, lo recomendado para comprar sin generar desabastecimiento, es prepararse ante la pandemia o a las dos semanas de cuarentena, siempre conforme lo indiquen las instituciones de salud oficiales.
En cuanto a qué comprar conforme al tiempo de contingencia que indiquen las autoridades sanitarias, existen diferentes opciones, como las que ofrece la bloguera Laura Fuentes, titular de la página especializada en planeación de comidas saludables, MOMables.com.
En dicho sitio, Flores recomienda a sus lectores algunos puntos que promueven justamente comportamientos que no generen ansiedad o caos, como lo es el hacer un inventario de lo que se tiene en casa. El hacerlo promueve una compra organizada de productos en la que el abastecimiento cubra el equivalente a dos semanas.
Dicho plan ha de tomar en cuenta un plan de comidas para cada integrante de la familia, operatividad que ahorra no sólo tiempo, sino también estrés y dinero. En el sitio también se sugiere que se eviten los productos lácteos, como lo son el queso y el yogurt, pues no pueden congelarse por periodos prolongados, a diferencia de la leche que puede consumirse en los siguientes 5 días después de su descongelación.
Una compra inteligente en casos de contingencia puede estar provista de: granos, atún enlatado, verduras enlatadas, mantequilla de maní, pasta, arroz, frijoles, aceite de oliva, avena y nueces.
Igualmente el chocolate y el café son considerados como baterías que proveen a la salud mental el ánimo suficiente para, en dosis sanas y sin ser alimentos esenciales, marcar una gran diferencia en lo que la vida regresa a la normalidad tras la contingencia. Los libros, la música, las películas e incluso los juegos de mesa, son elementos que también aportan al bienestar.
También el contar con un par de bolsas de verduras congeladas e incluso de frutas que también se encuentren en ese estado, pueden ser muy útiles, especialmente si se pican a fin de promover su tiempo de preservación. En estos casos, se recomiendan las manzanas y las naranjas, pues son las que mejor duración tienen.
Es a través de este tipo de planeación que se promueve la cura y no la enfermedad, pues su opuesto, el desabasto, provoca compras de pánico y con ello, el aumento del caos que se busca erradicar; en ese sentido, el agua por comprar, ha de pensarse para un abastecimiento que equivalga al suministro sanitario que por lo regular se usa en casa.
Finalmente contar con un botiquín de primeros auxilios no está de más, al igual que con un paquete extra de papel de baño, sí, uno extra; un paquete grande de servilletas, otra extra de toallas femeninas y para quienes lo requieran y tengan niños pequeños, pañales.