Llegó a finales de agosto con la difícil tarea de superar el éxito del Redmi Note 7, y lo cierto es que el nuevo Redmi Note 8 Pro ha comenzado con buen pie. Un año más, la compañía se ha sacado de la manga un teléfono cuya relación calidad-precio es prácticamente inigualable, hasta el punto de llegar a justificar sus carencias e inconvenientes si se compara con respecto a modelos anteriores de la serie, o a terminales de la competencia.
Pero, ¿realmente merece la pena?. Tras su llegada oficial a España, nuestros compañeros de Urban Tecno ya han podido probar a fondo el nuevo miembro de la familia de smartphones de Redmi, y nos cuentan los motivos para comprar, o no, el nuevo Redmi Note 8 Pro.
3 motivos para comprar el Redmi Note 8 Pro
Sus cámaras
El Xiaomi Mi A3 no se lo puso fácil, pero Redmi ha sido capaz de montar en su nuevo gama media de referencia un sistema fotográfico de primer nivel, capaz de ofrecer resultados dignos de terminales bastante más caros.
Formado por cuatro sensores, el sistema de cámaras del Redmi Note 8 Pro se posiciona como uno de los más versátiles que hayamos visto en un teléfono de su gama. Está formado por un sensor principal de 64 megapíxeles de resolución y f/1.9, la joya de la corona, al que acompañan un “Ultra Wide” de 8 megapíxeles, un sensor de profundidad y una cámara “macro” que permite acercarnos mucho más a los objetos a capturar.
En general, las capturas realizadas con el Redmi Note 8 son muy buenas en la mayoría de situaciones, e incluso opciones como el modo noche o el modo retrato destacan por la calidad final de las fotografías.
Su diseño
Pese a que el Redmi Note 7 ya contaba con un diseño moderno y estilizado, esta nueva generación sube el nivel y adopta un cuerpo algo más redondeado donde las curvas son protagonistas. Se mantiene, por supuesto, la construcción en vidrio y aluminio, incluyendo un panel Gorilla Glass 5 que protege su pantalla.´
También ha cambiado la disposición de las cámaras, ahora centrada en la parte trasera, siguiendo así la línea de otros modelos de la marca como los de la serie Redmi K20. Como aspecto negativo de este formato, es conveniente comentar que, por la posición del lector de huellas, ubicado en el mismo módulo que alberga las cámaras, es frecuente confundir la posición del sensor con la de una de las cámaras.
Además de todo lo anterior, se agradece la inclusión de todo un rara avis en los terminales de Xiaomi como lo es la certificación IP52 ante agua y polvo, y de una función que parece estar destinada a la desaparición: el LED de notificaciones, integrado en el “notch” en forma de gota de agua que lidera la parte superior del frontal.
Su pantalla
Xiaomi sigue apostando por la tecnología IPS en sus modelos de gama media, pero eso no supondrá ningún problema mientras la marca siga usando paneles de la calidad del de este Redmi Note 8 Pro.
La pantalla del terminal, de dimensiones considerables dada su diagonal de 6,55 pulgadas, ofrece un muy buen resultado en términos de brillo, contraste y reproducción de color
2 motivos para no comprar el Redmi Note 8 Pro
Su procesador
Cuando Xiaomi confirmó que el Redmi Note 8 Pro llegaría con un procesador firmado por MediaTek en su interior, muchos se llevaron las manos a la cabeza… y no era para menos. Un año más, la firma de semiconductores china demuestra estar aún por debajo de sus principales competidores en términos de eficiencia y rendimiento, y eso repercute en una experiencia general que no es todo lo buena como cabría esperar.
El Redmi Note 8 Pro funciona bien. Eso está claro. Al fin y al cabo, su cerebro es el chip Helio G90T, sumado a 6 GB de RAM y 128 GB de almacenamiento. No obstante, el hecho de que este terminal esté basado en esta plataforma genera dudas al respecto de cómo se comportará pasado un tiempo, teniendo en cuenta el resultado que acostumbran a ofrecer los chips de MediaTek.
En definitiva, aunque el Redmi Note 8 Pro cuenta con potencia de sobra y es capaz de ofrecer un rendimiento al nivel de los terminales de su nivel, nos hubiera gustado que Xiaomi hubiera apostado por uno de los últimos modelos de las series Snapdragon 600 o 700 de Qualcomm.
Autonomía
Pero hay un aspecto en el que el uso de de este procesador sí repercute en la experiencia actual con el dispositivo, y es su autonomía^. Con 4.000 mAh de capacidad, esperábamos bastante más de la batería del Redmi Note 8, sobre todo teniendo en cuenta la experiencia obtenida con su hermano mayor, el Xiaomi Mi 9T.
Llegar al final del día no será difícil, pero no esperéis sacar mucho más partido de la batería de este Redmi Note 8 Pro. Afortunadamente, la carga rápida está presente, y es tan veloz como cabría esperar de un teléfono lanzado a finales de 2019.
El Redmi Note 8 Pro es una generación más de una de las series de móviles más equilibradas de Xiaomi. Este año, el nuevo miembro destaca por su apartado fotográfico, pantalla y diseño, a costa de una autonomía que queda en segundo plano, debido en parte a la –cuestionable– elección de un procesador que me temo dará que hablar, y no precisamente por su buen desempeño. A pesar de todo, como cada año, Redmi vuelve a colocar uno de sus teléfonos como una de las opciones más recomendables por debajo de los 250 euros.
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